lunes, 17 de octubre de 2011

COLUMNA "AQUI Y AHORA" Ultima Hora PUBLICADO EL 17-10-2011

¡Supervivencia, convivencia y éxito!... como experiencia de vida.

16/10/2011 | 7:08 PM
(ENEIDA CHIRINOS)

Las habilidades para la vida son destrezas psicosociales que permiten a las personas trasformar conocimientos, actitudes y valores en habilidades; es decir, saber “qué hacer y cómo hacerlo”. La OMS, desde 1993, nos habla de una promoción de salud pública muy especial, matizando en la necesidad de considerar la salud mental y la salud psicosocial. La UNESCO concretó esta iniciativa en la necesidad de “Aprender Habilidades par la Vida”, aprendizajes básicos que nos permiten llevar a cabo un proyecto de vida más saludable. Las habilidades para vivir nos permiten convertir el conocimiento –“lo que sabemos”– y las actitudes y valores –“lo que pensamos, sentimos, creemos”– en habilidades reales – “el qué hacer y cómo hacerlo”. Son las habilidades que posee una persona para enfrentarse exitosamente a las exigencias y desafíos de la vida diaria. De ahí, esta reflexión como padres y educadores, Si les enseñamos a nuestros niños, niñas y adolescentes a caminar, a hablar, a comer, a escribir y a leer, ¿por qué no enseñarles a vivir con mayor bienestar? Las habilidades para la vida se deben desarrollar y promover desde la infancia.
Las actitudes y comportamientos de los niños, niñas y adolescentes han cambiado y lo hacen en cada generación. Por eso, el desarraigo contextualizado de las expresiones en el argot popular tales como estas “cuando en mis tiempos”, “es que los niños de ahora, nacen aprendidos”. El estilo de vida de los padres y familiares, el aumento del manejo de información, la necesidad de que el padre y la madre trabajen cambiando los roles anteriormente establecidos, el reconocimiento a los derechos de los niños y jóvenes y la libertad que ahora tienen con relación a las generaciones anteriores, obligan a pensar en nuevos esquemas de educación que refuercen valores y den elementos propicios o habilidades para enfrentar los retos de un mundo saturado, cambiante, violento y muy competitivo. Desde hace algunos años, la Organización Mundial de la Salud, en coordinación con instituciones educativas y de salud de los diferentes países afiliados, ha permitido desarrollar programas que promuevan la salud sobre las personas. Uno de los programas más efectivos es el de habilidades para la vida, definidas como aquellas aptitudes necesarias para tener un comportamiento adecuado y positivo que nos permita enfrentar eficazmente las exigencias y retos de la vida diaria. Por supuesto que estas exigencias y retos de la vida diaria, obviamente son diferentes para cada persona, por lo que se han establecido ciertas habilidades que son necesarias para la supervivencia, la convivencia y el éxito en una sociedad compleja y llena de problemas. Estas Habilidades para la Vida facilitan las relaciones con uno mismo, con las demás personas y con el entorno social más amplio, de una forma no agresiva ni inhibida, sino asertiva.
La OMS las presenta a modo de decálogo:
Conocimiento de sí mismo (a): Implica reconocer nuestro ser, carácter, fortalezas, debilidades, gustos y disgustos.
Empatía: Es la capacidad de ponerse en el lugar del otro e imaginar cómo es la vida para esa persona, incluso en situaciones en las cuales no estamos familiarizados. Ayuda a fomentar comportamientos solidarios y de apoyo en las relaciones interpersonales.
Comunicación asertiva o efectiva: Decir las cosas en el momento preciso, de la manera correcta y a quien corresponde. Tener capacidad de expresar con claridad, coherencia y firmeza lo que deseamos y pensamos.
Relaciones interpersonales: Nos ayuda a relacionarnos de forma positiva con las personas con quienes interactuamos a tener la habilidad necesaria para iniciar y mantener relaciones amistosas que son importantes para nuestro bienestar mental y social.
Toma de decisiones: Nos facilita manejar constructivamente las decisiones con respecto a nuestra vida y la de los demás. Implica analizar opciones, conocer razones o argumentos que sustentan decisiones y sus consecuencias.
Solución de problemas y conflictos: Permite enfrentar de forma constructiva los problemas de la vida. Aquellos contratiempos importantes que no se resuelven pueden convertirse en una fuente de malestares físicos, mentales y problemas psicosociales.
Pensamiento creativo: Consiste en la utilización de los procesos básicos del pensamiento para desarrollar o inventar ideas o productos novedosos, estéticos o constructivos, relacionados con preceptos y conceptos, con énfasis en los aspectos del pensamiento que tienen que ver con la iniciativa y la razón.
Pensamiento crítico: Es la habilidad de analizar información y experiencias de manera objetiva. El pensamiento crítico contribuye a la salud y el desarrollo personal y social, al ayudarnos a reconocer y evaluar los factores que influyen en nuestras actitudes y pensamientos y los de los demás; la violencia, la injusticia y la falta de equidad social.
Manejo de emociones y sentimientos: Nos ayuda a reconocer nuestros sentimientos y emociones y los de los demás, a ser conscientes de cómo influye en nuestro comportamiento y a responder a ellos de forma apropiada.
Manejo de tensiones y estrés: Facilita reconocer las fuentes del estrés y sus efectos en nuestras vidas; desarrollar una mayor capacidad para responder a ellas y controlarlo, aprendiendo a relajarnos de tal manera que las tensiones inevitables no nos generen problemas de salud. jemyrsch@gmail.com. La Frase para este artículo "Inténtalo". Todos somos individuos únicos. No trates de conseguir que tus amigos se conformen a tus ideales. Apóyalos en la consecución de sus intereses, por muy raros que te parezcan. Todos tenemos sueños, sueños que son únicos para esa persona únicamente. Apoya y fomenta en tus amigos el conseguir sus sueños. Diles siempre: "inténtalo. Una vez más, no te rindas".
jemyrsch@gmail.com

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