domingo, 9 de septiembre de 2012

COLUMNA AQUÍ Y AHORA 08/09/2012. El cambio, "lo mismo" no es, ni será nunca "lo mismo"ima Hora Digital

El cambio, "lo mismo" no es, ni será nunca "lo mismo"
05/09/2012 | 7:03 PM
(ENEIDA CHIRINOS) Hace poco, escuche una frase por lo demás insólita y sin sentido para referirse a las Jornadas de Formación Permanente en el contexto educativo, “más de lo mismo”. Quisiera entender que es “lo mismo”, vivimos en un mundo donde todo cambia irremisiblemente, no existe la posibilidad que el universo sea estático junto con todos los procesos que se dan en él, por eso, es que “lo mismo” no es, ni será nunca “lo mismo”; pienso que la expresión debe cambiarse a “más de lo que tengo que aprender o enseñar”, partiendo de la premisa de que los colectivos de formación e investigación, son espacios para la discusión, reflexión, análisis y sistematización de propuestas didácticas.

Así pues, aceptemos los tiempos de cambio con visión de futuro, cambios sociológicos, económicos, demográficos, culturales, entre otros, que están desafiando constantemente la capacidad de equilibrio, integración e innovación de nuestras sociedades y sistemas organizacionales. Una de las características de nuestra sociedad, tiene que ver con el hecho de que el conocimiento está relacionado con el nivel de formación de los ciudadanos y de la capacidad de innovación y emprendimiento que estos posean. Pero los conocimientos, en nuestros días, tienen fecha de caducidad por obsolescencia, y ello nos obliga ahora más que nunca a establecer garantías formales e informales para que los ciudadanos y profesionales actualicen constantemente sus competencias. En definitiva, una sociedad que exige de los profesionales una permanente actividad de formación y aprendizaje.

Se está demandando, por lo tanto, un docente con formación académica y profesional entendido como un "trabajador del conocimiento", diseñador de ambientes de aprendizaje, con capacidad para rentabilizar los diferentes espacios en donde se produce el conocimiento. La profesión docente, necesita cambiar su cultura profesional, marcada por el aislamiento y las dificultades para aprender de otros y con otros, en la que está mal visto pedir ayuda o reconocer dificultades. Los esfuerzos por hacer realidad una sociedad que aprende, se concretan en un docente que aprende a lo largo de toda su vida. El aprendizaje continuo y permanente no es ya una opción a elegir, sino una obligación moral para una profesión comprometida con el conocimiento.

De ahí la responsabilidad de entender que esta nueva demanda de conocimientos, requiere nuevas maneras de entender la formación; una formación cada vez menos anclada en modelos formales, presenciales, rígidos y “enlatados”, y cada vez más flexible para incorporar iniciativas no formales e informales que permitan a los profesores y estudiantes crecer cognitiva, social y emocionalmente.

Cuando el papel del profesor cambia, desde la persona que posee y transmite el conocimiento hacia una persona que crea ambientes para el aprendizaje, de manera que los estudiantes puedan construir su propia comprensión de la materia a estudiar; el rol de los participantes también cambia, ya que dejan de ser “objetos” de perfeccionamiento, pasando a ser sujetos que construyen activamente nuevas comprensiones en colaboración con sus pares.

Estamos avanzando rápidamente hacia modelos de aprendizaje alternativos que, desde un punto de vista genérico, se denominan como constructivistas en los que el énfasis se sitúa en la orientación y apoyo a los estudiantes, en la medida en que estos aprenden a construir su conocimiento y comprensión de la cultura de la comunidad a la que pertenecen. De esta manera, pensar y utilizar el concepto de “Ambiente de Aprendizaje” como metáfora, supone pensar en un espacio donde ocurre el aprendizaje; un espacio que puede ser real o virtual, pero en cualquiera de las situaciones debería atender de manera especial a la persona que aprende, la situación o espacio donde actúa, interacciona y aprende el estudiante, y la utilización de herramientas y medios que faciliten el aprendizaje.

Una característica del aprendizaje a lo largo de la vida, que desde mi punto de vista lo hace sumamente interesante, es que se entiende que TODOS podemos aprender y que el aprendizaje no tiene por qué estar limitado a las instituciones formales y tradicionales de formación. En otras palabras, el aprendizaje que se considera de valor no sólo es el aprendizaje formal en las aulas, sino que el aprendizaje no formal e informal en los entornos sociales, familiares, virtuales o a distancia, que cobran la importancia que siempre han tenido, aunque no hayan sido reconocidos.

Las necesidades de formación permanente en el ser humano, independientemente del campo del saber donde se desempeñe, representan y materializan la concepción de una educación integral de calidad. ¡Colegas salgamos dispuestos a “aprender” y a “enseñar” todos los días!, ¡No dejemos que la rutina, arruine la intencionalidad didáctica!, ¡Hagamos de nuestras aulas, espacios para crear!, ¡Dispongamos de la tecnología como modelo de aprendizaje alternativo para la construcción del conocimiento!, o quieres que tus estudiantes te digan cuando llegues al aula: Prof. ¿Otra vez “más de lo mismo”? jemyrsch@gmail.com

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