sábado, 10 de septiembre de 2011

¡Vive… a plenitud! PUBLICADA EN EL DIARIO ULTIMA HORA 10-09-2011


 “Aquí y Ahora”
Chirinos Eneida.
¡Vive… a plenitud!

     Las relaciones personales son de los elementos más complejos con los que tendremos que lidiar; desde el día en que nacimos hasta nuestra muerte.  Es imposible vivir sin interactuar con otros y la calidad de estas interacciones, determinan en gran medida la vida que tendremos. Todo lo que nos sucede, tiene que ver con otras personas que estén directa o indirectamente involucradas.  Por lo tanto existe una "conexión" que nos une a otros.  Pero depende de nosotros determinar el alcance y la calidad de esta red de personas con las que tenemos algo que ver y que quizá tienen la capacidad para influir en nuestra vida.
     Por consiguiente, las relaciones personales pueden provocar en nuestro interior sensaciones de éxtasis, de inmensa felicidad y amor profundo o de tristeza, soledad o una agonía insoportable. Las relaciones entre dos personas pueden darnos el fruto de una vida plena e incluso, la creación de una vida nueva, al igual que pueden llegar a provocar guerras entre naciones. Existen muchos tipos de relaciones que tendrás a lo largo de tu vida, y cada uno es de suma importancia ya que influyen en menor o mayor grado en una o varias áreas de tu vida. Y entre mas extensa y variada sea tu red de relaciones personales que tienes, más rica, interesante e enriquecedora será tu existencia. Estas relaciones son la familia inmediata, estas son las primeras en orden de jerarquía e importancia y las que te enseñan a llevar todas las demás relaciones que establezcas a lo largo de tu vida. Muy de cerca la familia extendida, los tíos, tías, primos y primas podrían llegar a ser un apoyo incondicional para ti, de igual manera la familia política, te complementa, esta representa la que elegiste, es la que adquieres al casarte y en la que las dos familias se unen. Esta familia puede ser fuente de angustia o felicidad. La familia en todas sus dimensiones y matices, Amigos, si se les cuida y se cultiva la comprensión y el cariño bien pueden durar toda la vida y llegar a ser de gran apoyo y fuente de felicidad.
     Nuestra vida es como un tren, en el que siempre están abordando personas, y otras que se quedan en algunas paradas, en este sentido metafórico tenemos: las personas pasajeras importantes, que son las que han marcado e influido en tu vida, pero tu contacto con ellos será por un tiempo limitado ejemplo maestros, compañeros, sacerdotes, médicos, entre otros,  personas pasajeras como de menor importancia, no por lo que representan en sí mismos, sino por los reveces de la vida, ellas son todas  las persona con la que tenemos contacto y algo nos deja, aunque sea un “granito de arena” el carnicero, el chofer, la recepcionista, el portero, entre otros. Finalmente, tenemos las relaciones laborales, estas pueden llegar a ser tan importantes, pero nunca deberán ser más, o en la misma magnitud que la pareja, los hijos o la familia, tus relaciones con el jefe, colegas, empleados, clientes, proveedores, entre otros pueden llegar a ser la clave de tu éxito profesional. Cuida estas, porque valen oro.
     Las relaciones interpersonales juegan un papel fundamental en el desarrollo integral de la persona. A través de ellas, el individuo obtiene importantes refuerzos sociales del entorno más inmediato que favorecen su adaptación al mismo. En contrapartida, la carencia de estas habilidades puede provocar rechazo, aislamiento y, en definitiva, limitar la calidad de vida. Las habilidades sociales o de relación interpersonal están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida. Son conductas concretas, de complejidad variable, que nos permiten sentirnos competentes en diferentes situaciones y escenarios así como obtener una gratificación social. Hacer nuevos amigos y mantener nuestras amistades a largo plazo, expresar a otros nuestras necesidades, compartir nuestras experiencias y empatizar con las vivencias de los demás, defender nuestros intereses, entre otros, son sólo ejemplos de la importancia de estas habilidades. Por el contrario, sentirse incompetente socialmente nos puede conducir a una situación de aislamiento social y sufrimiento psicológico difícil de manejar. La frase célebre para este artículo "Perdóname, lo siento". Muchas relaciones rotas podrían restaurarse y recuperarse si la gente admitiera sus equivocaciones y pidiera perdón. Todos somos vulnerables a las faltas, flaquezas y fracasos. La humanidad no debería avergonzarse nunca de confesar que se ha equivocado, lo cual es decir, en otras palabras, que hoy quiero demostrar que  soy mucho más sabio que ayer. jemyrsch@gmail.com 

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