miércoles, 9 de enero de 2013

REGALANDO… TRADICIONES Y CULTURA. Las Locainas


REGALANDO… TRADICIONES Y CULTURA.
Las Locainas

Las Locainas constituyen una manifestación cultural autóctona que identifica a un pueblo específico de la geografía nacional: Agua Blanca. Las Locainas es un grupo folclórico religioso que el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, simboliza la música y los bailes típicos de antaño: vals, joropo, galerones y el sonido de los cachos, que es señal tradicional.

El término "Locaina" es un vocablo que indica, en su mayor acepción, "Fiesta de Locos"; esta festividad tiene su orígen en las tierras del Estado Portuguesa, específicamente en el Municipio Agua Blanca de donde es originaria desde hacen cientos de años atrás. Las festividades de las Locainas de Agua Blanca son muy similares a las mismas de otros lugares del país (en Sanare, Estado Lara por ejemplo), sin embargo, en Agua Blanca poseen un lenguaje y unas leyes propias, que las hacen única en el folklore nacional.

Cuenta la historia, que cierto día estaban reunidos un grupo de músicos de Agua Blanca y de repenter se inició una situación estrepitosa donde unos hablaban y otros cantaban. Este desorden generó molestia en uno de los músicos que irrumpió en la sala y dijo:
-Pero bueno. ¿Qué es este desorden? ¡Esto parece una Locaina!

Y a partír de allí se comenzó a denominar a las reuniones de estas fiestas religiosas como "Locainas", nombre con el que aquel músico denominó aquel desorden que con el paso del tiempo se convertiría en ícono de la cultura portugueseña original. Una vez bautizada con ese nombre es el que aún conserva dicha tradición hasta el día de hoy. Las Locainas son en sí una promesa que se celebra durante nueve velorios previos donde los promeseros bailan niños (muñecos) o bailan para sí. El grupo de locos es verdaderamente una “locaina”. Los bailes son gobernados por muñecos que según sus leyes particulares, en Agua Blanca tienen nombres propios: Juan de Dios Rumbos, Don Cayetano y Doña Simona. Expuestos en constante movimiento, sobre varas de hasta cuatro metros, estos totems representan la presencia de los niños inocentes degollados por Herodes. Simbólicamente son los niños los que mandan en la fiesta.
Todos los promeseros toman el pueblo bajo la jefatura de estos muñecos, los cuales “permiten que no se identifiquen a las personas y nadie salga bravo con otro” debido a que estas Locainas se rigen por un código o ley que los visitantes desconocen y “caen” por incautos o inocentes.
Internamente, la Locaina está comandada por locos que reciben denominaciones de carácter jerárquico. Entre otros resaltan los Kari Kari, 1ero. y 2do. Oficial de Tropa, 1ero. y 2do. Oficial de banda y Doctor en Leyes. Este último es quien posee los códigos, decretos y leyes de Juan de Dios Rumbos, el muñeco jefe. Otros cargos son El Cachero, el Fiscal de Mapurite, Fiscal de Leyes y Capitán de Mapurite

Las Leyes La Locaina posee nomenclatura propia y desconocida para los presentes. Así es más fácil que quienes vayan al baile cometan “infracciones” o faltas que los destinan a ser confinados momentáneamente en un cepo. Entre las faltas resaltan que durante el baile un hombre hable en el oído (capotera) a una mujer (varona). Sentarse al lado de una varona a menos de un metro merece multa, lo mismo que un bailador coloque a su compañera el sombrero antes de comenzar el baile. Ponerse bravo, que ellos llaman “ponerse cariñoso” cuando lo llevan al cepo, también amerita multa; faltar el respeto a un miembro de La Locaina o decir vulgaridades.
Las multas son asignadas por el doctor en leyes y equivalen a un son musical por año. Por ejemplo, si una persona le habla en la capotera a una varona y el doctor en leyes le asigna una pena de seis años, el confinado tiene que esperar que la banda de música termine seis sones para esperar su liberación. Los castigos pueden pagarse con ofrendas que se cuentan en “pesos”. Quinientos pesos equivalen a cinco bolívares, quinientas morocotas, a cincuenta bolívares de los de antes. El vocabularioEl vocabulario es quizás el elemento oral más importante de las Locainas. En él está centrada toda una nomenclatura propia que le da un carácter de grupo cerrado a todo el conjunto folklórico y, a su vez, la hace única dentro de todo el territorio nacional. Estos son algunos de los términos que se pudo recoger del Señor José Ruíz, Cronista del Municipio Agua Blanca: Capotera: oído, Varona: mujer, Camaza: sombrero, Burro: cepo, Cariñoso: bravo, Mogote: lugar del baile, Mapurite: comida, Creolina: aguardiente, Puñalada: comida, Barrigona: tambor, Capitán de Mapurite: dueño de la casa donde se realiza el baile, Gritón: cuatro, Gritona: guitarra, La Montaña: Comandancia de Policía, Cayetano: callado, Juan de Dios, Rumbos: bulloso, altanero. Puñalada: comida, Barrigona: tambor, Capitán de Mapurite: dueño de la casa donde se realiza el baile, Gritón: cuatro, Gritona: guitarra, La Montaña: Comandancia de Policía, Cayetano: callado, Juan de Dios Rumbos: bulloso, altanero.

COMPILACIÓN CON FINES DIDÁCTICOS.
Dra. Chirinos Eneida. 2012 @aquiyahoraech
 


Foto: REGALANDO… TRADICIONES Y CULTURA.
Las Locainas

Las Locainas constituyen una manifestación cultural autóctona que identifica a un pueblo específico de la geografía nacional: Agua Blanca. Las Locainas es un grupo folclórico religioso que el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, simboliza la música y los bailes típicos de antaño: vals, joropo, galerones y el sonido de los cachos, que es señal tradicional.

El término "Locaina" es un vocablo que indica, en su mayor acepción, "Fiesta de Locos"; esta festividad tiene su orígen en las tierras del Estado Portuguesa, específicamente en el Municipio Agua Blanca de donde es originaria desde hacen cientos de años atrás. Las festividades de las Locainas de Agua Blanca son muy similares a las mismas de otros lugares del país (en Sanare, Estado Lara por ejemplo), sin embargo, en Agua Blanca poseen un lenguaje y unas leyes propias, que las hacen única en el folklore nacional.

Cuenta la historia, que cierto día estaban reunidos un grupo de músicos de Agua Blanca y de repenter se inició una situación estrepitosa donde unos hablaban y otros cantaban. Este desorden generó molestia en uno de los músicos que irrumpió en la sala y dijo:
-Pero bueno. ¿Qué es este desorden? ¡Esto parece una Locaina!


Y a partír de allí se comenzó a denominar a las reuniones de estas fiestas religiosas como "Locainas", nombre con el que aquel músico denominó aquel desorden que con el paso del tiempo se convertiría en ícono de la cultura portugueseña original. Una vez bautizada con ese nombre es el que aún conserva dicha tradición hasta el día de hoy. Las Locainas son en sí una promesa que se celebra durante nueve velorios previos donde los promeseros bailan niños (muñecos) o bailan para sí. El grupo de locos es verdaderamente una “locaina”. Los bailes son gobernados por muñecos que según sus leyes particulares, en Agua Blanca tienen nombres propios: Juan de Dios Rumbos, Don Cayetano y Doña Simona. Expuestos en constante movimiento, sobre varas de hasta cuatro metros, estos totems representan la presencia de los niños inocentes degollados por Herodes. Simbólicamente son los niños los que mandan en la fiesta.
Todos los promeseros toman el pueblo bajo la jefatura de estos muñecos, los cuales “permiten que no se identifiquen a las personas y nadie salga bravo con otro” debido a que estas Locainas se rigen por un código o ley que los visitantes desconocen y “caen” por incautos o inocentes.
Internamente, la Locaina está comandada por locos que reciben denominaciones de carácter jerárquico. Entre otros resaltan los Kari Kari, 1ero. y 2do. Oficial de Tropa, 1ero. y 2do. Oficial de banda y Doctor en Leyes. Este último es quien posee los códigos, decretos y leyes de Juan de Dios Rumbos, el muñeco jefe. Otros cargos son El Cachero, el Fiscal de Mapurite, Fiscal de Leyes y Capitán de Mapurite

Las Leyes La Locaina posee nomenclatura propia y desconocida para los presentes. Así es más fácil que quienes vayan al baile cometan “infracciones” o faltas que los destinan a ser confinados momentáneamente en un cepo. Entre las faltas resaltan que durante el baile un hombre hable en el oído (capotera) a una mujer (varona). Sentarse al lado de una varona a menos de un metro merece multa, lo mismo que un bailador coloque a su compañera el sombrero antes de comenzar el baile. Ponerse bravo, que ellos llaman “ponerse cariñoso” cuando lo llevan al cepo, también amerita multa; faltar el respeto a un miembro de La Locaina o decir vulgaridades.
 Las multas son asignadas por el doctor en leyes y equivalen a un son musical por año. Por ejemplo, si una persona le habla en la capotera a una varona y el doctor en leyes le asigna una pena de seis años, el confinado tiene que esperar que la banda de música termine seis sones para esperar su liberación. Los castigos pueden pagarse con ofrendas que se cuentan en “pesos”. Quinientos pesos equivalen a cinco bolívares, quinientas morocotas, a cincuenta bolívares de los de antes. El vocabularioEl vocabulario es quizás el elemento oral más importante de las Locainas. En él está centrada toda una nomenclatura propia que le da un carácter de grupo cerrado a todo el conjunto folklórico y, a su vez, la hace única dentro de todo el territorio nacional. Estos son algunos de los términos que se pudo recoger del Señor José Ruíz, Cronista del Municipio Agua Blanca: Capotera: oído, Varona: mujer, Camaza: sombrero, Burro: cepo, Cariñoso: bravo, Mogote: lugar del baile, Mapurite: comida, Creolina: aguardiente, Puñalada: comida, Barrigona: tambor, Capitán de Mapurite: dueño de la casa donde se realiza el baile, Gritón: cuatro, Gritona: guitarra, La Montaña: Comandancia de Policía, Cayetano: callado, Juan de Dios, Rumbos: bulloso, altanero. Puñalada: comida, Barrigona: tambor, Capitán de Mapurite: dueño de la casa donde se realiza el baile, Gritón: cuatro, Gritona: guitarra, La Montaña: Comandancia de Policía, Cayetano: callado, Juan de Dios Rumbos: bulloso, altanero.

COMPILACIÓN CON FINES DIDÁCTICOS.
Dra. Chirinos Eneida. 2012 @aquiyahoraech


Foto: REGALANDO… TRADICIONES Y CULTURA.
Las Locainas

Las Locainas constituyen una manifestación cultural autóctona que identifica a un pueblo específico de la geografía nacional: Agua Blanca. Las Locainas es un grupo folclórico religioso que el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, simboliza la música y los bailes típicos de antaño: vals, joropo, galerones y el sonido de los cachos, que es señal tradicional.

El término "Locaina" es un vocablo que indica, en su mayor acepción, "Fiesta de Locos"; esta festividad tiene su orígen en las tierras del Estado Portuguesa, específicamente en el Municipio Agua Blanca de donde es originaria desde hacen cientos de años atrás. Las festividades de las Locainas de Agua Blanca son muy similares a las mismas de otros lugares del país (en Sanare, Estado Lara por ejemplo), sin embargo, en Agua Blanca poseen un lenguaje y unas leyes propias, que las hacen única en el folklore nacional.

Cuenta la historia, que cierto día estaban reunidos un grupo de músicos de Agua Blanca y de repenter se inició una situación estrepitosa donde unos hablaban y otros cantaban. Este desorden generó molestia en uno de los músicos que irrumpió en la sala y dijo:
-Pero bueno. ¿Qué es este desorden? ¡Esto parece una Locaina!


Y a partír de allí se comenzó a denominar a las reuniones de estas fiestas religiosas como "Locainas", nombre con el que aquel músico denominó aquel desorden que con el paso del tiempo se convertiría en ícono de la cultura portugueseña original. Una vez bautizada con ese nombre es el que aún conserva dicha tradición hasta el día de hoy. Las Locainas son en sí una promesa que se celebra durante nueve velorios previos donde los promeseros bailan niños (muñecos) o bailan para sí. El grupo de locos es verdaderamente una “locaina”. Los bailes son gobernados por muñecos que según sus leyes particulares, en Agua Blanca tienen nombres propios: Juan de Dios Rumbos, Don Cayetano y Doña Simona. Expuestos en constante movimiento, sobre varas de hasta cuatro metros, estos totems representan la presencia de los niños inocentes degollados por Herodes. Simbólicamente son los niños los que mandan en la fiesta.
Todos los promeseros toman el pueblo bajo la jefatura de estos muñecos, los cuales “permiten que no se identifiquen a las personas y nadie salga bravo con otro” debido a que estas Locainas se rigen por un código o ley que los visitantes desconocen y “caen” por incautos o inocentes.
Internamente, la Locaina está comandada por locos que reciben denominaciones de carácter jerárquico. Entre otros resaltan los Kari Kari, 1ero. y 2do. Oficial de Tropa, 1ero. y 2do. Oficial de banda y Doctor en Leyes. Este último es quien posee los códigos, decretos y leyes de Juan de Dios Rumbos, el muñeco jefe. Otros cargos son El Cachero, el Fiscal de Mapurite, Fiscal de Leyes y Capitán de Mapurite

Las Leyes La Locaina posee nomenclatura propia y desconocida para los presentes. Así es más fácil que quienes vayan al baile cometan “infracciones” o faltas que los destinan a ser confinados momentáneamente en un cepo. Entre las faltas resaltan que durante el baile un hombre hable en el oído (capotera) a una mujer (varona). Sentarse al lado de una varona a menos de un metro merece multa, lo mismo que un bailador coloque a su compañera el sombrero antes de comenzar el baile. Ponerse bravo, que ellos llaman “ponerse cariñoso” cuando lo llevan al cepo, también amerita multa; faltar el respeto a un miembro de La Locaina o decir vulgaridades.
 Las multas son asignadas por el doctor en leyes y equivalen a un son musical por año. Por ejemplo, si una persona le habla en la capotera a una varona y el doctor en leyes le asigna una pena de seis años, el confinado tiene que esperar que la banda de música termine seis sones para esperar su liberación. Los castigos pueden pagarse con ofrendas que se cuentan en “pesos”. Quinientos pesos equivalen a cinco bolívares, quinientas morocotas, a cincuenta bolívares de los de antes. El vocabularioEl vocabulario es quizás el elemento oral más importante de las Locainas. En él está centrada toda una nomenclatura propia que le da un carácter de grupo cerrado a todo el conjunto folklórico y, a su vez, la hace única dentro de todo el territorio nacional. Estos son algunos de los términos que se pudo recoger del Señor José Ruíz, Cronista del Municipio Agua Blanca: Capotera: oído, Varona: mujer, Camaza: sombrero, Burro: cepo, Cariñoso: bravo, Mogote: lugar del baile, Mapurite: comida, Creolina: aguardiente, Puñalada: comida, Barrigona: tambor, Capitán de Mapurite: dueño de la casa donde se realiza el baile, Gritón: cuatro, Gritona: guitarra, La Montaña: Comandancia de Policía, Cayetano: callado, Juan de Dios, Rumbos: bulloso, altanero. Puñalada: comida, Barrigona: tambor, Capitán de Mapurite: dueño de la casa donde se realiza el baile, Gritón: cuatro, Gritona: guitarra, La Montaña: Comandancia de Policía, Cayetano: callado, Juan de Dios Rumbos: bulloso, altanero.

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Dra. Chirinos Eneida. 2012 @aquiyahoraech

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