lunes, 25 de julio de 2011

Implicaciones sociales de la inteligencia emocional.


“Aquí y Ahora”

Chirinos, Eneida.


Implicaciones sociales de la inteligencia emocional.

     Las emociones, impregnan la vida personal y social de los seres humanos. Maturana, (1995), argumenta que biológicamente las emociones son disposiciones dinámicas que determinan o modifican los domino de las acciones de los seres vivos, son impulsos para actuar, tal como lo deduce de su propia etimología, la palabra emoción proviene del verbo latino movere que significa moverse y del prefijo “e” que se  refiere a seguir hacia, lo que sugiere que en toda emoción hay implícita una acción, una tendencia a actuar.
     En esta definición, es muy importante resaltar el hecho de que estas disposiciones corporales, tienen una apreciación en el ámbito de las acciones, es decir siempre impulsa a actuar de alguna manera, o por lo menos dar una respuesta corporal que determina la acción. Se puede evidenciar que cuando se asume, que no se expresa ningún comportamiento o conducta observable, resulta que no es así, la reacción emocional comienza desde las alteraciones orgánicas tales como: la sudoración, aceleramiento de las pulsaciones enrojecimiento de las mejillas, inquietud, deseos de abrazar, llorar, y reír, entre otras reacciones casi imperceptibles, pero manifiestas.
     Al respecto, Torrabadella (2001), establece que “las emociones, con su carácter intenso, breve y privado, son los elementos esenciales de nuestra afectividad.” (p.25). Entendiendo que la afectividad, conduce a la interacción, es vital, que se emulen éstas emociones, que resultan de esas interacciones, ocasionando, el contagio de las emociones, sin la manifestación expresa de ésta emoción inicial, solo se está en presencia de un encuentro y separaciones casuales.
     Las emociones y los estados de ánimo, se manifiestan en expresiones características que permiten “leer los sentimientos en las expresiones” Este sistema emocional de reacción instantánea, casi reflejo, que parece imponerse a la voluntad consciente, está bien guardado en las capas más profundas del cerebro. Su base de operaciones se encuentra sistema límbico, de acuerdo con MacLean (1990), este sistema tiene como función principal, controlar la vida emotiva, y está compuesto por los bulbos olfatorios, el tálamo (placer-dolor), la amígdala, que se podría definir como el asiento de toda pasión (nutrición, oralidad, protección, hostilidad), el hipocampo (memoria de largo plazo), el área septal (sexualidad) y la pituitaria (directora del sistema bioquímico del organismo). Allí surgen las emociones de placer, disgusto, ira, miedo, y se guardan los "recuerdos emocionales" asociados con ellos, en fin el cerebro afectivo, que energiza la conducta emocional.
     Este núcleo primitivo está rodeado por el neocórtex, el asiento del pensamiento, responsable del razonamiento, la reflexión, la capacidad de prever y de imaginar. Allí también se procesan las informaciones que llegan desde los órganos de los sentidos y se producen las percepciones conscientes. Normalmente el neocórtex puede prever las reacciones emocionales, elaborarlas, controlarlas y hasta reflexionar sobre ellas. Pero existen ciertos circuitos cerebrales que van directamente de los órganos de los sentidos a la amígdala, "punteando" la supervisión racional. Cuando estos recorridos neuronales se encienden, se produce un estallido emocional: en otras palabras, actuamos sin pensar. Otras veces las emociones perturban, sabotean el funcionamiento del neocórtex, impidiendo pensar correctamente. Por otra parte, éstos núcleos que en conjunto se los denomina sistema límbico, ocupan un lugar central y profundo en el cerebro e intervienen en el control de las emociones, la conducta y la voluntad. 
     Por tanto, los circuitos de inteligencia emocional,  mencionados anteriormente, son los que vienen a expresar el proceso de la experiencia a lo largo de la infancia. A las emociones les incumbe la racionalidad. En la interacción entre sentimiento y pensamiento, la facultad emocional guía las decisiones momentáneas, trabajando en colaboración con la mente racional, permitiendo o imposibilitando el pensamiento mismo, con verdaderas estrategias de inteligencia emocional  determinando, la capacidad potencial que dispone cada persona para adquirir ciertas habilidades prácticas denominadas competencias emocionales.
     En la situación ideal, claro esta, los dos sistemas de nuestro cerebro se complementan para hacer la vida más fácil, mejorar las relaciones con los demás y elegir las alternativas más apropiadas, ya sea siguiendo las corazonadas súbitas o los razonamientos más cuidadosos. La inteligencia emocional, entonces, es la capacidad de aprovechar las emociones de la mejor manera y combinarlas con el razonamiento para llegar a buen entendimiento en la esfera social.
     Para complementar; Torrabadella (2001), afirma que “la inteligencia de nuestras emociones, como la inteligencia de cualquier otra cosa, puede desarrollarse; de hecho como en otras ramas del saber humano, se vuelve más interesante, cuanto más sabes” (p.48). Esta premisa permite propiciar el conocimiento emocional, como elemento para potenciar y fortalecer  las relaciones interpersonales.


Referencias Bibliográficas:

Torrabadella, P (2001). Cómo desarrollar la inteligencia emocional. Test y ejercicios prácticos para aumentar la autoestima y actuar de manera positiva. Barcelona. España: Océano Grupo Editorial S.A.
Maturana, H. (1995). Emociones y lenguaje en educación y política. Santiago de Chile: Dolmen Ediciones S.A.
MacLean, P. (1990). The triune brain evolution. New York. Plenun Press.


Chirinos Arcaya, Eneida C. Dirección electrónica. Jemyrsch@hot mail.com Licenciado en Educación Integral. Mención Ciencias Sociales. Universidad Nacional Abierta (1992). Licenciado en Educación Integral. Mención: Lengua. Universidad Nacional Abierta (1994). Magíster en Gerencia. Mención: Gestión Educativa. Universidad Bicentenaria de Aragua. (1999). Doctora en Ciencias de la Educación. Universidad Santa María (2005), Actualmente se desempeña como Docente de Aula en la Escuela Básica “Juan Guillermo Iribarren” del Municipio Araure en el Estado Portuguesa. Autora de publicaciones en la Revista CANDIDUS; y en las Columnas “Aquí y Ahora” y ¡Ponte las pilas! ¿Preguntas? ... y Respuestas en el Diario Ultima Hora.





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